“Un viaje de mil millas debe comenzar con un simple paso”
Proverbio Chino.
En mis clases de Gestión de la Calidad en los distintos Programas de Maestría en la Universidad Católica de Honduras, hay un tema que me apasiona particularmente porque tiene que ver directamente con mi país, con la Región Centroamericana y con Latinoamérica entera.
En mis clases de Gestión de la Calidad en los distintos Programas de Maestría en la Universidad Católica de Honduras, hay un tema que me apasiona particularmente porque tiene que ver directamente con mi país, con la Región Centroamericana y con Latinoamérica entera.
Es un tema teórico pero con una
aplicación práctica real.
Es un tema fácil de entender, pero
difícil de aplicar.
Es un tema en que todos coincidimos,
pero pocos aplicamos.
Ese tema es el Decálogo del Desarrollo
de Octavio Mavila.
Octavio Mavila, distribuidor de motocicletas japonesas en Perú durante décadas, viajó varias veces al Japón por negocios. Su inquietud por saber cuál era la diferencia principal entre los obreros japoneses y peruanos lo llevó a estudiar con detenimiento cada viaje y descubrir que la clave era la forma como los niños japoneses aprendían progresivamente los valores de la vida. Tal observación lo impulsó a fundar el Instituto del Desarrollo Humano (INDEHU) que nace para difundir las diez características, hábitos o principios que la gran mayoría de los países desarrollados tienen y los cuales los subdesarrollados carecemos, según su estudio.
Durante varios años he practicado instrumentos estadísticos de medición en mis clases para lograr cuantificar una calificación final de la percepción que los mismos alumnos tienen de su país Honduras a través del Decálogo del Desarrollo de Mavila. Los resultados no han sido del todo halagadores; pero como me auto-defino como un “Idealista Pragmático ( o tal vez en la realidad un “Optimista Empedernido) ” tales resultados son, en mi opinión personal, indicadores de una realidad que perfectamente se puede (y debe) mejorar a nivel individual y colectivo.
Con el objetivo de que este artículo sea de enriquecimiento intelectual , pero sobre todo de aplicación práctica para el lector, me permito enumerar el Decálogo de Desarrollo de Mavila y acompañarlo de una propia definición-reflexión que me he permitido citar para su fácil entendimiento.
Octavio Mavila, distribuidor de motocicletas japonesas en Perú durante décadas, viajó varias veces al Japón por negocios. Su inquietud por saber cuál era la diferencia principal entre los obreros japoneses y peruanos lo llevó a estudiar con detenimiento cada viaje y descubrir que la clave era la forma como los niños japoneses aprendían progresivamente los valores de la vida. Tal observación lo impulsó a fundar el Instituto del Desarrollo Humano (INDEHU) que nace para difundir las diez características, hábitos o principios que la gran mayoría de los países desarrollados tienen y los cuales los subdesarrollados carecemos, según su estudio.
Durante varios años he practicado instrumentos estadísticos de medición en mis clases para lograr cuantificar una calificación final de la percepción que los mismos alumnos tienen de su país Honduras a través del Decálogo del Desarrollo de Mavila. Los resultados no han sido del todo halagadores; pero como me auto-defino como un “Idealista Pragmático ( o tal vez en la realidad un “Optimista Empedernido) ” tales resultados son, en mi opinión personal, indicadores de una realidad que perfectamente se puede (y debe) mejorar a nivel individual y colectivo.
Con el objetivo de que este artículo sea de enriquecimiento intelectual , pero sobre todo de aplicación práctica para el lector, me permito enumerar el Decálogo de Desarrollo de Mavila y acompañarlo de una propia definición-reflexión que me he permitido citar para su fácil entendimiento.
Los principios del Decálogo son:
1. ORDEN. Cada cosa en su lugar espiritual, mental, emocional y físico. Hay que agendar prioridades no priorizar agendas.
2. LIMPIEZA. Pobre no es, ni nunca debe ser sinónimo de sucio. La limpieza exterior debe ser un buen reflejo de la limpieza interior.
3. PUNTUALIDAD. La verdadera puntualidad es una cuestión de respeto hacia los demás y uno mismo. No es asunto de relojes, es asunto de valores. No es un minuto después, es a la hora exacta.
4. RESPONSABILIDAD. Los anglosajones lo definen como “habilidad de responder”. Es hacer el esfuerzo necesario por cumplir. Hacer la tarea.
5. DESEO DE SUPERACION. Los atletas de alto desempeño siempre compiten contra ellos mismos primero. El hambre de ser lo mejor posible deber ser nuestro humilde regalo a Dios en señal de agradecimiento por las múltiples bendiciones recibidas.
6. HONRADEZ. Se define no como ser perfecto, sino el no tener dos agendas. Levantar la mano y decir yo fui. Yo soy el responsable. Yo acepto las consecuencias y sigo hacia delante.
7. RESPETO AL DERECHO DE LOS DEMAS. Hace un tiempo el ilustre líder mexicano Benito Juárez aseveró: “ El respeto al derecho ajeno es la paz”. Sólo podemos respetar lo ajeno cuando hemos aprendido a respetarnos a nosotros mismos primero.
8. RESPETO A LA LEY Y LOS REGLAMENTOS. Un alto funcionario de un organismo internacional dijo que “los países desarrollados tienen leyes flexibles de cumplimiento rígido y los países subdesarrollados tienen leyes rígidas de cumplimiento flexible”. El ser humano funciona en su mejor expresión mediante respeto a reglas claras y procesos explícitos.
9. GUSTO POR EL TRABAJO. Un famoso hombre de negocios norteamericano dijo alguna vez.. “Haz lo que más te gusta y NUNCA volverás a trabajar!!!” Nadie alcanza el éxito haciendo algo para lo que no tiene talento, pero sobre todo que no le guste.
10. AFAN POR EL AHORRO E INVERSION. Por muy difíciles que parezcan, ambos son hábitos que pueden iniciarse con pequeños pasos.
El reto está en sistemáticamente entender y aplicar cada uno de estos principios en nuestra vida personal. El camino no es nada fácil. Algunos serán sencillos de aplicar, otros sumamente difíciles, pero el crecimiento por practicarlos será invaluable. Luego podrán ser aplicados en nuestras familias. Inmediatamente podremos incorporarlas a nuestras organizaciones. Después podemos extrapolarlas a nuestras naciones o aún mejor….a toda Latinoamérica.
1. ORDEN. Cada cosa en su lugar espiritual, mental, emocional y físico. Hay que agendar prioridades no priorizar agendas.
2. LIMPIEZA. Pobre no es, ni nunca debe ser sinónimo de sucio. La limpieza exterior debe ser un buen reflejo de la limpieza interior.
3. PUNTUALIDAD. La verdadera puntualidad es una cuestión de respeto hacia los demás y uno mismo. No es asunto de relojes, es asunto de valores. No es un minuto después, es a la hora exacta.
4. RESPONSABILIDAD. Los anglosajones lo definen como “habilidad de responder”. Es hacer el esfuerzo necesario por cumplir. Hacer la tarea.
5. DESEO DE SUPERACION. Los atletas de alto desempeño siempre compiten contra ellos mismos primero. El hambre de ser lo mejor posible deber ser nuestro humilde regalo a Dios en señal de agradecimiento por las múltiples bendiciones recibidas.
6. HONRADEZ. Se define no como ser perfecto, sino el no tener dos agendas. Levantar la mano y decir yo fui. Yo soy el responsable. Yo acepto las consecuencias y sigo hacia delante.
7. RESPETO AL DERECHO DE LOS DEMAS. Hace un tiempo el ilustre líder mexicano Benito Juárez aseveró: “ El respeto al derecho ajeno es la paz”. Sólo podemos respetar lo ajeno cuando hemos aprendido a respetarnos a nosotros mismos primero.
8. RESPETO A LA LEY Y LOS REGLAMENTOS. Un alto funcionario de un organismo internacional dijo que “los países desarrollados tienen leyes flexibles de cumplimiento rígido y los países subdesarrollados tienen leyes rígidas de cumplimiento flexible”. El ser humano funciona en su mejor expresión mediante respeto a reglas claras y procesos explícitos.
9. GUSTO POR EL TRABAJO. Un famoso hombre de negocios norteamericano dijo alguna vez.. “Haz lo que más te gusta y NUNCA volverás a trabajar!!!” Nadie alcanza el éxito haciendo algo para lo que no tiene talento, pero sobre todo que no le guste.
10. AFAN POR EL AHORRO E INVERSION. Por muy difíciles que parezcan, ambos son hábitos que pueden iniciarse con pequeños pasos.
El reto está en sistemáticamente entender y aplicar cada uno de estos principios en nuestra vida personal. El camino no es nada fácil. Algunos serán sencillos de aplicar, otros sumamente difíciles, pero el crecimiento por practicarlos será invaluable. Luego podrán ser aplicados en nuestras familias. Inmediatamente podremos incorporarlas a nuestras organizaciones. Después podemos extrapolarlas a nuestras naciones o aún mejor….a toda Latinoamérica.
Lo reto a que le aplique un examen a su país
de acuerdo a los diez elementos del decálogo. Coloque una calificación de 0 -100%
de acuerdo a lo que su país se merece en cada uno hoy día. No lo que debería ser
o lo que usted le gustaría…sólo lo que es. Si quiere ponerle aderezo al ejercicio…saque
una hoja aparte y evalúese usted como individuo en cada categoría también.
A la luz de lo aprendido….hay una frase que me parece que aplica en este caso …Es del filósofo griego Aristóteles que decía: “Somos lo que repetidamente hacemos, por tanto la excelencia no es acto sino un hábito”.
A la luz de lo aprendido….hay una frase que me parece que aplica en este caso …Es del filósofo griego Aristóteles que decía: “Somos lo que repetidamente hacemos, por tanto la excelencia no es acto sino un hábito”.
Jorge Manuel Zelaya Fajardo
jorgemanuelzelaya@outlook.com
Qué excelente, máster. Fácil de leer y muy bien explicado.
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