Por Jorge
Manuel Zelaya Fajardo
Marzo 10,
2024
La verdad es que nunca pude jugar con
Elizita como yo hubiera querido. Desde que la conocí personalmente enterándome de su caso particular, una voz
interior me dijo que nuestra organización voluntaria SOLIDARIDAD debía de
ayudarla de la mejor manera posible. Era nuestra responsabilidad.
Nunca le pude ver una sonrisa en sus
labios; pero siempre se la vi en sus ojitos un tanto tristes.
La conocí a sus dos añitos de vida con unas
condiciones pre-existentes en extremo adversas. Elizita tenía una desnutrición severa con el agravante de presentar fibrosis quística
y una cardiopatía congénita. Sus padres en extremo jóvenes ( José de 21 y Ana Cristina de 19 años de edad ) con supremamente escasa
educación. Su padre trabajaba de jornalero cuando le era posible. Su madre no podía
trabajar ya que debía cuidar de Eliza. Su ingreso mensual de la familia era de 800 lps al mes ( aproximadamente 1 dólar al
día) en el mejor de los casos.
Los médicos nos advirtieron desde el principio que el caso de Elizita no
era muy prometedor; pero SOLIDARIDAD tomٌó una decisión: Apoyaría a esta
familia lo mejor que pudiera. Durante meses se le ayudó con medicamentos,
leche especial, atención nutricional ( yo mismo llevé a un equipo de estudiantes
universitarios de nutrición para que le
hicieran evaluación y diagnóstico) y asistencia cuando estaba interna. Nuestro
Centro Nutricional Solidario (CNS) IZOPO ayudó a la familia mediante asistencia
alimentaria y una beca para el joven padre.
Hoy a las 10.34 am el corazoncito de Elizita se paró para siempre en la
tierra. Un paro cardio respiratorio puso punto final a su corta y difícil vida. y SOLIDARIDAD estuvo ahí para garantizarle una muerte digna. Muy dolorosa; pero digna. El corazón de Elizita no ha dejando de palpitar realmente; solo que ahora palpita en otra parte. Elizita representa la esencia de un verdadero voluntariado solidario :
sentir como propio el dolor de los demás y hacer algo al respecto.
El dolor de su partida es grande; pero el compromiso solidario de ayudar a quien lo necesita mas, es aún más grande. Nuestro compromiso está mas fuerte que nunca.
Elizita es una luz que
nunca se apagará; porque representa cada niño en Honduras que necesita una mano
llena de genuino amor para salir adelante.
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