Por Jorge
Manuel Zelaya Fajardo
www.jorgemanuelzelaya.com
Agosto 6,2020
“Me parece
que los líderes que trabajan de manera más efectiva nunca dicen yo. Y eso no es
porque se hayan entrenado para no decir yo. No piensan yo. Ellos piensan nosotros,
piensan equipo. Entienden que su trabajo es hacer que el equipo funcione.
Aceptan la responsabilidad y no la eluden; pero “nosotros” obtiene el crédito. Esto es lo que crea confianza, lo
que permite realizar la tarea.”
-- Peter Drucker
La primera vez que
realmente escuché la palabra trabajo en equipo fue en mi maestría
de administración de empresas (1997-1999) en el Instituto Centroamericano
de Administración de Empresas (INCAE).
De hecho, recuerdo vívidamente que en la primera semana de clases nos
asignaron a cada uno de los estudiantes casos de estudio que debían ser
resueltos en equipo. El modus operandi del proceso de aprendizaje buscaba que,
como alumnos, no solo estuviéramos exigidos a hacer presentaciones de manera
colectiva, sino inclusive estudiar los
casos de las clases mediante discusiones en equipo. La verdad es que antes de cursar
mi maestría, yo no era fanático de trabajar en equipo. La mayor parte de mis
estudios superiores siempre los había llevado a cabo de manera individual.
El verdadero momento de
mi aprendizaje sobre trabajar con otras personas a ese nivel fue cuando necesité
de la ayuda de mis compañeros de equipo de estudio debido a que no comprendía un
tema de clase, lo que se volvió una lección de humildad muy valiosa en el tiempo.
Definitivamente durante ese par de años, descubrí los increíbles efectos positivos
de un verdadero trabajo en equipo. Hoy día, estoy convencido que eso se debió a
mi extraordinario equipo de estudio conformado por profesionales de diferentes países
de Latinoamérica, formaciones educativas diversas, experiencias laborales
diferentes y puntos de vista distintos; pero todos con una calidad humana
inigualable. Al finalizar la maestría regresé a mi país para comenzar un viaje
de liderar equipos en las diferentes posiciones gerenciales desempeñadas
durante las dos décadas siguientes. A lo
largo de todos estos años he tenido la oportunidad de ver, observar, participar,
escuchar, admirar, criticar, evaluar y liderar equipos muy diferentes en diversas áreas.
Me convertí en un apasionado
defensor de la tesis de que los Grupos y Equipos no son sinónimos. Son
distintos. Diferentes. Grupo es aquella matemática presencia de miembros
que aglutinados por alguna razón puntual (objetivos de cortos plazo predominantemente)
hacen su mejor esfuerzo por trabajar juntos para lidiar con una tarea
generalmente impuesta a ellos. Equipo es una suigéneris mezcla de seres humanos
que logran (a veces después de mucho esfuerzo, tiempo y sacrificio) capitalizar
al máximo las complementariedades de las fortalezas y debilidades entre ellos siempre
enfocados en una meta final. Mi experiencia como catedrático ha sido tal vez,
la mejor plataforma para aprender de los grupos y/o equipos de alumnos en mis clases.
Ahora bien, en el mundo del infinito aprender,
de la odisea de preguntar inteligentemente el porqué de las cosas, me he encontrado
con un patrón de comportamiento que se repite en la mayoría de los equipos
cuando estos trabajan juntos. Mientras más grande es la organización, más difícil
es que trabaje en equipo toda ella. Esa conducta organizacional está presente en
organizaciones públicas, privadas y sin fines de lucro. Lo anterior nos ha permitido encontrar un concepto
que en lo personal hemos denominado SUPRA- EQUIPO: EL EQUIPO DE EQUIPOS.
Un SUPRA-EQUIPO es
realmente la unidad formada por todos los sub- equipos. Es la organización bancaria
que aglutina al equipo de recursos humanos, banca de empresas, servicio al
cliente y mercadeo. Es la organización religiosa que comprende a los
sacerdotes, personal administrativo y servicios generales. Es la organización
gubernamental que junta a las regionales (norte, sur y occidente). SUPRA-EQUIPO
es aquel bufete de abogados que ahora, operando en toda la región, ha dejado de
hacerlo solamente en su país de origen. SUPRA-EQUIPO es cualquier
conjunto de sub-equipos que al final forman una UNIDAD INTEGRAL.
Sin embargo durante muchos
años de experiencia con diferentes organizaciones hemos podido observar que la mayor parte de las organizaciones NO trabajan
como SUPRA-EQUIPO. Pareciera que mientras más lejana es la distancia con
el cliente/proveedor/usuario final; los sub-equipos impiden la inmaculada
integridad de poder trabajar TODOS juntos como un SUPRA- EQUIPO. Es impresionante la frecuencia con la cual se
escucha a alguien decir que no atenderá al cliente porque no es su departamento
ni su responsabilidad, directa. La fragmentación o ruptura de la organización como
un todo enfocado en el cliente / consumidor final es incrementalmente
preocupante.
Nuestras investigaciones
apuntan a cuatro razones principales por las cuales las organizaciones no
trabajan como SUPRA-EQUIPO:
Liderazgo en la cima. Numerosos estudios profesionales y vasta
experiencia de campo valida el hecho de que el líder o cabeza de la organización
es pieza clave para la cultura organizacional de equipo. Desde el más autocrático
hasta el más democrático, el líder manda un mensaje con su comportamiento mucho
más poderoso que el que manda con sus órdenes.
Si el líder es una persona que juega en equipo, muy seguramente creará
las condiciones para que la organización trabaje también equipo.
Liderazgo de los sub-equipos. Todo pareciera indicar
que este es el punto más delicado del algoritmo. Es indiscutible que si el líder
de banca personal en una institución financiera es un jugador de equipo y está
enfocado en el cliente, influirá en todos sus oficiales, jefes y supervisores
para que hagan lo necesario para que haya un final feliz con el cliente,
independientemente si ahora lo está atendiendo el departamento legal de dicha institución.
Demasiado énfasis en metas
individuales. Realmente es muy difícil pensar en el bienestar
del bosque, cuando ni su propio árbol está dando frutos. Resulta complicado
pedirle a un oficial de recursos humanos que se asegure que le pagaron los
honorarios al consultor de bioseguridad ( en este caso un proveedor y no un
cliente) que brindó un seminario. El oficial de recursos humanos dirá que
ese es trabajo de tesorería, no de su área. Muy seguramente el afirmará que con
sus obligaciones, responsabilidades y metas de su departamento ya tiene la mesa llena.
Muy pocos ponen en práctica
el secreto de Jeff Bezos. Aunque es plenamente discutible cual es el
secreto que ha llevado al éxito a Jeff Bezos de Amazon hoy día, solo tenemos
que cuidadosamente estudiar el comportamiento de la organización desde sus inicios en julio de 1994.Resulta que
el secreto no es realmente un secreto: es
su obsesivo -compulsivo- casi patológico ENFOQUE EN EL CLIENTE. Aunque la gran mayoría
de las organizaciones del mundo lo usan como mantra, slogan o publicidad en general,
son muy pocas las que lo alcanzan a través de un plan de acción sistemático,
claro y medido por resultados.
Por todo lo anterior,
las cuatro razones principales por las que las organizaciones hoy en día no se
comportan como SUPRA-EQUIPO, nos invitan a profundizar en su estudio de
una manera más directa y audaz, más agresiva y enfocada, más basada en investigación
de data y personas. Nuestra meta es ahora
encontrar una vacuna, un antibiótico o por lo menos un jarabe que ayude a
garantizar, con acciones simples y de aplicación práctica, que nuestras
organizaciones trabajen como un SUPRA-EQUIPO para servir al
cliente de una manera mas eficiente y efectiva.
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