Por Jorge
Manuel Zelaya Fajardo
www.jorgemanuelzelaya.com
Octubre 15, 2019
El pasado
sábado 12 de octubre, la humanidad entera presenció cómo se escribía una nueva página
en la historia del deporte mundial. En una brumosa mañana en la preciosa ciudad
de Viena, Austria, el corredor profesional de larga distancia, Eliud
Kipchoge, nacido en Kenia el 5 de noviembre de 1984, rompió uno de los récords
¨imposibles¨ en el deporte de larga distancia, por muchísimos años. Su espectacular
desempeño lo llevó a correr la distancia de 42.195 k ( 26.22 millas) en
1:59:40 , un récord que aunque no será considerado como nuevo marca oficial (
debido básicamente a estándares de las
reglas de competencia en cuanto a corredores acompañantes y fluidos ofrecidos
al corredor), ha sido reconocido ya por el Guinness World of Records como la primera distancia de maratón
corrida por un ser humano en la historia, en menos de 2 horas.
Esta
proeza atlética de dimensiones épicas, solo trae a mi memoria el logro de Roger
Bannister , quien el 6 de mayo de 1954, logró correr la milla en 3 minutos 59.4
segundos, rompiendo todas las predicciones de época ( que inclusive manifestaban
que era fisiológicamente imposible para
un ser humano correrla en menos de 4 minutos) . Hoy día , el corredor H. El
Guerrouj mantiene el récord mundial en 3:43:13. De igual manera me hizo
recordar cuando Sir Edmund Hillary ( junto con el montanista Sherpa T.
Norgay) alcanzó , el 29 de mayo de
1953, la cumbre del monte Everest por
primera vez.
En virtud
de lo anterior, en estas breves líneas podríamos hablar sobre:
El tipo
especial de zapatos tenis ( The Nike Vaporfly%) utilizado el sábado por Eliud ; pero no
lo haremos.
El grupo de
selectos corredores acompañantes que estuvieron con Eliud durante parte de la
carrera; pero no lo haremos.
La ideal topografía
y plataforma vial de la ciudad de Viena; pero no lo haremos.
La hora del
día, temperatura y condiciones atmosféricas de esa mañana; pero no lo
haremos.
Del patrocinio
del evento deportivo ‘único por parte de
la empresa manufacturera ENOIUS ; pero no lo haremos.
De que Eliud
posee una predisposición genética que lo coloca idealmente para ser un corredor
de alto rendimiento; pero no lo haremos.
De que Eliud
proviene de un país fértil en corredores de alto nivel; pero no lo
haremos.
Lo que si
haremos, es hablar de Eliud
Kipchoge, el ser humano. Al estudiar
con detenimiento la persona detrás del corredor nos damos cuenta de que todo lo
mencionado anteriormente en estas líneas es importante pero no imprescindible, es relevante ,
pero no determinante.
Eliud Kipchope
ha ganado 12 de las 13 maratones de las que ha participado hasta la fecha. Alcanzó
su estatus de Campeón Olímpico en 2016 en Rio de Janeiro y ha sido ganador en 8
ocasiones de las Majors ( Berlín,
Londres y Chicago). El 16 de septiembre de 2018 en Berlín, impuso el nuevo récord mundial con 2: 01: 39.
Eliud
Kipchoge encaja perfectamente en un modelo de estudio de desarrollo personal en
el cual me encuentro trabajando desde hace unos algunos años, donde los elementos
de actitud, aptitud y sistemas de
apoyo definen grandemente capacidad de alcanzar en gran medida nuestro máximo potencial en cualquier actividad humana.
Pero cuando cuidadosamente estudiamos en la persona de Eliud Kipchoge encontramos
un hombre inmensamente disciplinado, con los pies en la tierra. Una absoluta
tranquilidad al hablar que contrasta con su incomparable velocidad al correr.
Su admirable espíritu de equipo, aunque practica un deporte individual. Su
impresionante hábito de escribir en su cuaderno lo aprendido en sus entrenamientos,
para aprender de ellos. Su ética de trabajo casi obsesiva en cuando a cumplimiento,
pero cuidadosa de no extralimitarse. Su impresionante enfoque en el proceso, más
que el resultado final.
Para todos aquellos
aprendices de atletas, que hemos corrido 42.195k en una maratón competitiva
alguna vez, ver correr a Eliud es como ver a Miguel Ángel esculpiendo; ver a Leonardo
pintando o a Pavarotti cantando. Hay arte y ciencia juntos. Hay belleza y técnica,
hay pasión y enfoque. Hay natural fluidez. Se percibe como fácil lo difícil. Aunque
realmente tengo que confesar que es un tanto agobiante verlo correr tan rápido
en carreras de larga distancia.
Si me
tocara interpretar una radiografía de Eliud Kipchoge para poder identificar elementos,
hábitos y actitudes que un ser humano común y silvestre podría beneficiarse de
él, sin temor a equivocarme se me vendrían dos aspectos superlativos: Su fórmula y su frase insignia.
Su fórmula: “Motivación +
disciplina = consistencia.”
Su frase
insignia: “Solo los disciplinados son libres en la vida. Si eres
indisciplinado, eres un esclavo de tus estados de ánimo. Eres un esclavo de tus
pasiones.”
Al terminar
estas líneas, quiero compartir con usted una pregunta no ha dejado de dar
vueltas en mi cabeza desde el sábado pasado: ¿En qué área de mi
vida me está esperando mi propio 1.59.40? ¿Y en la suya?
¡Bravísimo! Totalmente acertada y bien sostenida su frase insignia, muchas fracias por conpartir con nosotros ese suceso de tanta relevancia y sus comentarios de motivación.
ReplyDelete¡Saludos y bendiciones!
Consistencia... Que difícil alcanzar ese elemento si los demás tienen tantos distractores; ni siquiera buscamos la motivación porque no sabemos lo que queremos, ni hablar de disciplina cuando en lo laboral o académico no creamos un sistema para cumplir con nuestras responsabilidades.
ReplyDeleteAl eliminar todos los factores externos que llevaron a Eliud a ganar esta competencia nos podemos quedar con lo verdaderamente humano y motivador. Muy buena lectura, Saludos Dr. Zelaya
Excelente, disfrute cada línea. Solo alguien que ha corrido esa distancia puede plasmar palabras tan reales.
ReplyDeleteQue enriquecedor este contenido mi estimado... Disfruté tanto que me mire corriendo allí a la par de E.K. si poder alcanzarlo... Gracias por compartir el secreto de sus éxitos... *Motivación+Disciplina=consistencia...
ReplyDeleteGracias nuevamente...Saludos